El ADN contenido en un cromosoma humano promedio es diez mil veces más largo que el diámetro del núcleo que lo contiene.
¿Cómo ingresan 46 moléculas de ADN en el interior de un núcleo sin alterar su funcionamiento? La cromatina es una estructura altamente compleja que presenta varios niveles de organización. El primer nivel lo ocupa la doble hélice de B-ADN de tan solo 2nm de diámetro. A intervalos repetidos, el ADN nuclear se enrosca en doble vuelta alrededor de una estructura proteica octamérica. Este octámero se forma por asociación de 4 pares de histonas diferentes. El resultado de la unión histona-ADN es la formación de un complejo llamado nucleosoma. Los nucleosomas están sujetados por una quinta clase de histona la que, junto con el ADN y el octámero conforman un complejo denominado “cromatosoma”. Estas unidades se repiten cada 200 pares de bases a lo largo del ADN, constituyendo una estructura visible al microscopio electrónico que asemeja a un collar de cuentas. Los cromatosomas son las “cuentas” y están separados por alrededor de 45 pares de bases de ADN espaciador. Las histonas interaccionan contribuyendo a plegar al collar de nucleosomas y formar así una estructura compactada o fibra de 30 nm. La fibra de 30 nm se repliega en una serie de lazos de longitud variable, alcanzando un grosor promedio de 300 nm. Los lazos se mantienen asociados por proteínas del andamiaje nuclear. La estructura en lazos continúa condensándose y da origen a una fibra irregular de alrededor de 250 nm. Esta es la condición en la que se encuentra la mayor parte del ADN interfásico. Durante la mitosis, la fibra de lazos se enrolla en espiral adquiriendo un grosor de 700 nm. Este es el máximo grado de replegamiento que alcanza un cromosoma mitótico.
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